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22-12-2013

Podrán pronosticar la depresión posparto

Dicen que lo detectará un análisis de sangre durante el embarazo.

23/05/13

En la vida de muchas mujeres, al momento más feliz le sigue una profunda angustia. Se calcula que la depresión posparto afecta entre el 10 y 18 por ciento de las flamantes madres. Pero, hasta ahora, era prácticamente un misterio qué hace que algunas la sufran y otras no. Un reciente estudio reveló que se debería a la alteración química de dos genes y que podría detectarse a través de un simple análisis de sangre.

Los investigadores de la universidad estadounidense John Hopkins, de Baltimore (Maryland), establecieron que las modificaciones en la manera en que los genes funcionan en la secuencia del ADN pueden detectarse en la sangre con un 85 por ciento de acierto y en cualquier etapa del embarazo.

Ese cambio puede ofrecer una manera sencilla de pronosticar la depresión en las semanas siguientes al parto y una oportunidad de intervención terapéutica antes de que los síntomas se agraven, señala el artículo publicado en la revista Molecular Psychiatry.

Del estudio participaron 52 mujeres embarazadas, pero los investigadores señalaron que se necesitará probarlo en una cantidad mayor para verificar los resultados obtenidos.

La depresión posparto alcanza entre el 10 y 18 por ciento del total de las mujeres, aunque la tasa sube al 30 y al 35 por ciento entre aquellas a quienes previamente se le habían diagnosticado trastornos en el ánimo.

Este tipo de depresión se caracteriza por la aparición de sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, cansancio y ansiedad. Y comienza a partir de la cuarta semana posterior al parto y puede prolongarse hasta un año.

Los científicos creen que los síntomas están vinculados con la caída sustancial de los niveles de estrógeno en la madre después de dar a luz, pero el reciente estudio mostró que tanto las mujeres deprimidas como las que no lo están tienen niveles hormonales similares.

En el estudio realizado en ratones, los investigadores especularon que el estrógeno induce cambios en las células del hipocampo, el área del cerebro que gobierna los estados de ánimo. Luego, mediante un complicado modelo estadístico en la búsqueda de genes más propensos a esos cambios, identificaron dos de ellos, conocidos como TTC9B y HP1BP3.

Los investigadores luego confirmaron sus conclusiones en humanos observando los cambios en muestras de sangre de las 52 mujeres con trastornos del ánimo. Fueron observadas durante el embarazo y después del parto para ver si desarrollaban depresión tras dar a luz.

Los resultados sorprendieron a los autores del estudio por la precisión del indicador, que reveló que en el 85 por ciento de los casos los cambios genéticos estaban relacionados con la depresión posterior al parto.

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